Mentiras

Todos los días, en todas partes. Vivimos en un mundo lleno de mentiras, de hipócritas, de teatreros...lleno de mentirosos. Y por suerte o por desgracia de la mayor parte de ellas ni nos damos cuenta. ¿Por qué decimos "se coge antes a un mentiroso que a un cojo"? ¿Acaso tú tienes un recuento de todas las mentiras y falsedades que te rodean? A fin de cuentas: nunca sabes cuantas mentiras tienes a tus espaldas...: una situación, un hecho, o hasta una persona importante en tu día a día puede ser falso; y tú no te has dado cuenta hasta hoy.
Yo creo que no es una buena costumbre. Cuanto más mientes más se caen tus argumentos por su propio peso y menos cuadran las cosas. Sin embargo hay quien lo hace continuamente: por difamar, por crearse una falsa reputación, por impresionar, por ahorrarse un marrón, o por poder estar con alguien. Pero ¿por qué mienten? A ninguno nos gusta que la vida nos trate injustamente, y sin embargo, somos nosotros mismos los que con nuestras mentiras hacemos de este un mundo de engaños, desconfianzas y desastres varios (robos, seguridad, etc, etc).
Teniendo en cuenta todo lo que supone el entrar en esa dinámica, llego a la conclusión de que realmente lo peor es cuando pasas de mentir a los demás a creer tú mismo tus propias mentiras. Ese momento en el que tanto mientes que terminas por irte convenciendo inconscientemente de que lo que dices es cierto...te engañas a ti mismo. Y ahí es donde pasas de la línea de donde tú nunca quisiste ni pretendiste pasar. En ese momento, y cuando te lo planteas, es cuando te das cuenta de que tu vida y tu persona son también una mentira

Entretenimiento rural

Vengo de pasar unos días en el pueblo, como casi todos los veranos. Este año, sin embargo, he hecho un gran descubrimiento. Y traigo conmigo una nueva actidad a realizar en el medio rural.

Estaba yo leyendo tranquilamente en el jardincito trasero de la casa cuando...una mosca, y otra, y otra.Era terriblemente molesto, y cuando casi había perdido la paciencia, saqué esos polvitos amarillos por los que siempre me reí de mi abuela (con fé ciega en ellos). Total, que a los pocos minutos de sacarlos ya estaba mi libro cerrado y yo entretenida en manipular la posición de los polvos esperando que las moscas picaran. Ese fue el principio del descubrimiento por mi parte de una bonita y entretenida actividad para realizar en el medio rural. La cosa mejoró cuando las moscas empezaron a caer, pues lo de verlas agonizar es la bomba: se retuercen, zumban... Me cuesta imaginar una muerte más acorde con la grandiosidad de nuestras amigas dípteras
P.D: Ahora creo en los polvos, la verdad esque son de lo más efectivo
P.D.2: Estoy perdiendo la seriedad, soy consciente de ell

Envidia

Hoy pienso en la envidia. La envidia que nos ciega, la envidia que emborrona el mundo, la envidia que mata personas, la envidia que nos hace mentir, la envidia que nos hace desear el mal ajeno, la que no nos lleva a nada, la envidia mala.
Llego a pensar si no es un símbolo de inmadurez, una niñería, algo de lo que uno se arrepiente en la posteridad. También pienso que si sólo de inmadurez se tratase no llegaría a los extremos a los que se llega hoy día por la envidia no sana. Yo creo que también interviene la maldad, la mala sangre muchas veces en el sentimiento de envidia.
Complejo de inferioridad que en vez de fomentar un afán de superación, una especie de pique, una "competición", o nos haga felices si pensamos en el contrario; nos lleva a desear el mal ajeno, mentir o difamar, intentar fastidiar, o hacer la vida más difícil a el que podría ser nuestro modelo a seguir. Y francamente...es absurdo, no lleva a absolutamente nada.
Yo también he sentido envidia, claro que sí, como la mayoría de las personas de la tierra. Envidia de alguien que en algo es superior a mí, que tiene algo que yo no. Por supuesto, pero creo que nunca me ha llevado a nada malo: me ha motivado, me ha sido útil el pique, o me ha llevado a decir un :"me das muchísima envidia...sana ¿eh?" /"que suerte"/"me alegro por tí"...
Por eso creo que el que busca el mal ajeno, difama a la persona, y otro largo etcétera; solo nos está mostrando su inmadurez, y demostrándonos de esa manera que admira nuestra virtud, nuestra posesión, o nuestro trabajo. Está claro que no todos somos iguales: siempre habrá gente con cualidades para cosas en las que seas nulo, gente más guapa que nosotros, más inteligente, o con un mejor carácter...Pero también está claro que el que no aprovecha sus puntos fuertes y los trabaja y fomenta es porque no quiere.
Así que a partir de ahora reflexionemos un poquito, aprendamos a alegrarnos por los demás y ser felices con lo nuestro, y dejemos de ser tan críos y tontos a veces.