Decidir...y el costo de oportunidad


A medida que avanzamos, y según pasa el tiempo, todos tenemos que elegir; tarde o temprano todos tenemos que tomar alguna decisión; y más trascendental o menos, por todas hemos de pagar un precio: el costo de oportunidad...
Al final es siempre lo mismo: decisiones más importantes o menos, más difíciles o menos, más inmediatas o menos...; pero como muchas veces: nadie podrá tomar la decisión más que nosotros mismos, nadie puede ayudarnos...
Precisamente esto de lo que hablo es lo que hace difícil la toma de una decisión: la pérdida que conlleva la elección de cualquier camino, el otro que dejas sin recorrer.
Ojalá pudiéramos disponer del tiempo (muchas veces es lo que falta) para hacer las dos cosas...(tantas veces pensamos esto). Oajalá también, muchas veces dispusiéramos de unos cuantos buenos consejeros que nos ayudaran desinteresadamente y con generosidad (lo que vienen a ser los verdaderos amigos). Ojalá supieramos cual es la mejor decisión antes de tomarla, o las ventajas e inconvenientes que tendrán cada uno de los caminos. Y ojalá, también, muchas veces fuéramos capaces de saber en que momento seguir a nuestra cabeza y cuando seguir a nuestro corazón...
Sin embargo, por difícil que sea tu decisión, anímate: al menos tienes la posibilidad de elegir...