Los efectos de la muerte
-¡Oh, Jack, Jack! ¿Qué voy a hacer? Es como si la vida se me hubiese escapado de repente, como si no quedase nada en el mundo por lo que vivir.
Lo consolé lo mejor que supe. En tales ocasiones, los hombres no necesitan palabras. Un apretón de manos, el estrecharse de un abrazo sobre el hombro, un sollozo al unísono son expresiones de simpatía que aprecia el corazón de un hombre. Me quedé inmóvil y en silencio hasta que cesaron sus sollozos y después le dije con dulzura:
-Ven a verla
"Drácula", Bram Stoker
2 Comments:
Siempre hay algo por lo que vivir. Los efectos beneficiosos de la vida siempre son superiores a los efectos destructivos de la muerte.
No cabe duda
Publicar un comentario
<< Home