El placer de leer

Esta ha sido una buena semana. Entre otras cosas, porque he vuelto a vivir a tope el placer de leer y la traslación espacio-tiempo que ha estado tan presente en mi vida hasta este septiembre a partir del cual llevaba casi sin leer (una de las cosas que más me gusta hacer), lo ricos que saben esos minutillos de tiempo libre en los que escapas del mundo y te dejas abstraer por la lectura...
Especialmente en días crudos. Especialmente en días en los que crees que nada ni nadie puede sacarte una sonrisa, en los que no sabes en qué pensar, porque realmente no sabes qué es peor de todo lo que tienes por delante en un futuro próximo,cuando realmente no quieres pensar. Cuando nada sale bien, en esos días en los que nada en tu vida puedes/sabes mirar con optimismo : lo mejor que puedes hacer es escapar a otro mundo, a la vida de otro.
Como los buenos libros hacen sin esfuerzo, y como los buenos lectores consiguen hacer con casi cualquier novela o texto medianamente narrativo...

"Dejas de ser consciente de tu propio cuerpo, de los sonidos o las percepciones sensoriales en general de tu alrededor, de los movimientos que haces...Cuando dejas de ser tú. Cuando sales de tí mismo y tu vida, y realmente estás en el cuerpo de otro personaje y muy lejos del mundo terrenal. Como solo la lectura sonsigue hacer...Encarnar vidas ajenas y sentir sus sensaciones como propias: reír, pasar miedo, permanecer en vilo, notar su dolor y sobre todo, llorar leyendo"

Pues yo había "olvidado" ligeramente los matices de ese tesoro. Esta semana, gracias a un poco más de tiempo y a haber vuelto a empezar con otro libro (por cierto buen libro), he vuelto a viajar. Vuelvo a tener viva y al cien por cien esa maravillosa sensación.