Tú, el extraño de tu casa

Llevas toda tu vida en un lugar, con unas costumbres, con unas personas. Al principio no era nada. Al cabo de un tiempo te das cuenta de que te gusta, te hace sentir bien. Los piques y broncas del principio se han ido convirtiendo en risas, buen rollo y un grupo de fuerzas unidas para un bien y objetivo común. Es genial. Estás tan agusto que a veces piensas que así nadie puede con vosotros. Te convences, pones ilusión y confianza;y muchas veces no sale. Momentos duros, lágrimas, pero todo se ve recompensado: estás en tu salsa, eres feliz con ellos y así, es lo tuyo.
Un buen día aparecen otras personas que se unen a vosotros huyendo de su desgracia. Joder, tú no quieres a nadie más. Hasta hoy eras completamente feliz. Luego recapacitas:"podríamos ser nosotros". ¿Por qué no compartir todo y darles una oportunidad? Adelante. Al principio se sienten de fuera. Luego poco a poco se van adaptando. Somos un bloque otra vez. Te alegras..."no ves como no era tan malo...". Sin embargo...; "pero si hoy era nuestro día". No te lo crees, siempre juntas...hasta hoy. Ni siquiera han avisado. Hay dos partes claramente diferenciadas, una de ellas influída totalmente por la gente a la que un día acogiste.
Es terrible. No te lo puedes creer. Ahora tú te sientes el nuevo. Eres un extranjero en tu propia casa. Llora, llora si quieres. No te servirá de nada. Gran parte de lo que un día fue el cuerpo del gigante ya se ha contagiado del cáncer. La vida no siempre es justa