La cafetera de Beethoven

Uno de los defectos de la educación superior moderna es que hace demasiado énfasis en el aprendizaje de ciertas especialidades, y demasiado poco en un ensanchamiento de la mente y el corazón por medio de un análisis imparcial del mundo. Bertrand Russell

jueves, septiembre 14, 2006

Un bonito cuento de Bernardo Atxaga


"Sí, me cubrí el rostro con esta tupida red el día en que se me quemaron las manos.
La gente sentía piedad por mí. Sentía piedad sobre todo, porque pensaba que también mi carea había resultado quemada; y yo estaba segura de que el secreto me hacía superior a todos ellos, de que así burlaba su morbosidad.
Saben que yo era una mujer hermosa y que doce hombres me enviaban flores cada día.
Uno de esos hombres se quemó la cara pensando que así ambos estaríamos en las mismas condiciones, en idéntica y dolorosa situación. Me escribió una carta diciéndome: ahora somos iguales, toma mi actitud como una prueba de amor.
Lloré amargamente durante muchas noches. Lloré por mi orgullo y por la humildad de mi amante; pensé que, en justa correspondencia, yo debía hacer lo mismo que él: quemarme la cara.
Si dejé de hacerlo no fue por el sufrimiento físico ni por ningún otro temor, sino porque comprendí que una relación amorosa que empezara con esa fuerza habría de tener, necesariamente, una continuación mucho más prosaica. Por otro lado, no podía permitir que él conociera mi secreto: hubiera sido demasiado cruel. Por eso he ido esta noche a su casa. También él se cubría con un velo.
Nos hemos amado en silencio; era feliz cuando le clavé este cuchillo en el corazón.Y ahora solo me queda llorar por mi mala suerte."

Bernardo Atxaga: Obabakoak (adaptación).

Pagina nueva 1

contador de visitas
contador de visitas